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Discurso de la República Argentina en la Reunión Especial de Alto Nivel sobre el Marco de Acción para la Educación Post-2015

"Tal como fue propuesto, ha llegado el momento esperado de la adopción del Marco de Acción Educación 2030, “Hacia una educación inclusiva y equitativa de calidad y un aprendizaje a lo largo de la vida para todos”. Es muy alentador y satisfactorio contar con principios rectores que nos guiarán a lo largo de los próximos 15 años y que brindan una visión humanista de la educación para el desarrollo sostenible que permitirá cambiar la vida de las personas desde una dimensión integradora.

Estos principios, que toman a la educación como un proceso a lo largo de toda la vida, con especial énfasis en la calidad, permiten construir los fundamentos preliminares de una sociedad inclusiva abierta al diálogo y pacífica.
Una educación de calidad nos permite contribuir al crecimiento económico y al bienestar de las personas. Un mayor nivel educativo de toda la población es un elemento crucial para el desarrollo humano de un país tanto para elevar la productividad, como para mejorar la calidad de vida.

Una educación de calidad nos permite reducir las desigualdades, la exclusión social y favorecer la  movilidad social. Los principios de gratuidad y obligatoriedad que aseguran la realización del derecho fundamental que es la educación, han sido siempre prioridades para nuestro país. Es por ello que en 2006, la Argentina extendió la obligatoriedad a la educación secundaria alta.

Una educación de calidad nos  permite fortalecer los valores democráticos haciendo posible que las personas vivan con dignidad, valoren la diversidad y respeten los derechos humanos. Debe promover el desarrollo de las competencias necesarias para participar en las diferentes áreas de la vida humana, afrontar los desafíos de la sociedad actual y desarrollar el proyecto de vida en relación con los otros.

Los principios básicos que orientan la educación, han de ser los mismos para todas las personas, sea cual sea su origen y condición. Cabe asegurar el derecho a la no discriminación que conlleva a eliminar las diferentes prácticas que limitan no sólo el acceso a la educación sino también a la continuidad de estudios y el pleno desarrollo y aprendizaje de cada persona.

También es preciso considerar algunos derechos diferenciados por recomendaciones específicas para ciertos grupos en situación de vulnerabilidad. La educación debe tratar en forma diferenciada lo que es desigual en el origen para llegar a resultados de aprendizaje equiparables y no reproducir las desigualdades presentes en la sociedad.

Compartimos los esfuerzos para lograr un mayor acceso a la alfabetización, a la educación para todos y a la formación para todos. Estos pilares deben ser aún más sólidos por el compromiso en favor de las minorías étnicas y religiosas y en el sostenimiento al género femenino que son de vital importancia para una creciente armonía de la sociedad.

En suma, el desarrollo integral de la personalidad humana debe ser el principal objetivo que se le asigne a la educación,  formando a la persona en la perspectiva de su finalidad más alta y del bien de los grupos de los que el hombre es miembro y al servicio de los cuales ejercerá su actividad."

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Noviembre de 2015
Sede de Unesco – París.

Fecha de Publicación : 01/02/2016