El número de niños, jóvenes y adultos que no asisten a escuelas o universidades debido al COVID-19 está aumentando. Los gobiernos de 113 países han cerrado instituciones educativas en un intento por contener la pandemia.
Según el monitoreo de la UNESCO, 102 países han implementado cierres a nivel nacional, impactando a más de 849,4 millones de niños y jóvenes. Otros 11 países han implementado cierres escolares localizados y, si estos cierres se hacen a nivel nacional, millones de estudiantes adicionales experimentarán interrupciones educativas.
La UNESCO está brindando apoyo inmediato a los países mientras trabajan para minimizar la interrupción educativa y facilitar la continuidad del aprendizaje, especialmente para los más vulnerables.